Destacada nobleza oriunda y embrionaria de Cuchía que desde el siglo XVI
agita las alas hacia las plazas más importantes del suelo patrio y, cruzando
todo el gran mar oceánico, posa el vuelo en Nuevo Mundo descubierto hace ya
más de cien años para, después y de la mano de significados personajes, durante
muchos siglos, dejar indeleble huella esparcida entre la geografía nacional y las
provincias de ultramar reflejada en los lebreles empinantes adornando el Escudo
de Armas Campuzano que brilla en lo más alto de la vida política, militar y
religiosa.
Don Antonio Campuzano Riva Herrera. Nace en el lugar de Cuchía, el 26
de febrero del año de Nuestro Señor de 1635. Emigra a Guatemala, maridando
con la hija del Corregidor, María Acevedo y Herral. Trasladado a México como
Oidor de la Audiencia, alcanzará la Regencia del Palacio recibiendo el 30 de
marzo de 1689 el título, de manos del Rey Carlos II, de Conde de Mansilla.
Don Antonio Campuzano y Peralta. (Santander 1728-Segovia 1786).-
Cuarto Conde de Mansilla, Gentil Hombre de Cámara del Rey y bibliófilo. Poseía
la mejor biblioteca nacional, dotada de 1.500 volúmenes entre los que se hallan
algunos incurables de enorme valor y que, tras el fallecimiento del Conde, su
viuda transferirá a Carlos IV por el simbólico precio de 8.000 ducados.
Escudo ubicado en una casa solariega del
barrio la Tejera, en Cuchía, perteneciente
a la muy noble e hidalga estirpe de los
Campuzano. En un campo se ven dos
castillos y una Cruz Latina en el medio y,
debajo, un perro está atado al tronco de un
árbol rodeado, a su diestra, por una Cruz
Floreteada y, con las Armas de los Peredo, a
su siniestra tres calderas completan la tarjeta
sostenida por dos niños desde lo alto con dos
sirenas a los lados y una máscara femenina
en la punta. Perteneció a tan recio abolengo
de don Antonio Campuzano Riva Herrera,
nombrado, a los 53 años, primer Conde de
Mansilla y Acebedo, bautizado en 1635 en
la pila bautismal de San Juan Bautista en
Cuchía, en donde su abuelo había fundado
una capilla en honor a Santo Toribio. Toda una joya arquitectónica para la observación
y la meditación, enclavada en el mismo corazón de La Onor de Miengo.
Heraldo hallado en la céntrica y
santanderina iglesia de La Compañía, en la
capilla junto al Evangelio. Fundada en la
Nochebuena de 1698 por esta dinastía en la
que el presbítero e hijo del primer Conde de
Mansilla y de su segunda esposa (natural
de Cuchía, Francisca Velarde) capellán don
Fernando Campuzano y Velarde oficiaba la
eucaristía diariamente.. .............................
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